La implementación de elementos arquitectónicos que reduzcan el consumo de energía y minimice los costos de funcionamiento en una casa habitación, requiere “de una voluntad política” que desemboque en una concientización colectiva sobre el uso de materiales de construcción acordes con el entorno, pues mientras en México la utilización de adobe se relaciona con pobreza y marginación, en países como Estados Unidos es un símbolo “de élite”.
Héctor Javier González Licón, especialista en arquitectura por la Universidad Michoacana, definió lo anterior después de su participación en el Seminario Internacional sobre Patrimonio, Conservación y Desarrollo, impulsado en su segunda emisión por la casa de estudios universitarios en esta entidad y la Universidad de Sevilla.
En entrevista, González Licón reivindicó las apreciaciones del arquitecto e investigador mexicano desaparecido, Carlos Chanfón Olmos, quien recomendaba la utilización de los materiales con que cuenta una región para la edificación de construcciones, sin recurrir a elementos externos que provocan una mala distribución de calor y modifican los diseños estructurales.
Aunque esas recomendaciones surgieron en repetidas ocasiones, el especialista nicolaita señaló que los materiales regionales aún no se utilizan del todo, por lo que explicó: “la construcción de tierra, específicamente el adobe, se ha asociado con pobreza, siendo que en otros lados, como en el sur de Estados Unidos, la construcción con tierra es una construcción de la élite.
“(Construir) una vivienda que se adecue a su medio ambiente, no es otra cosa que empezar a promocionar el adobe, los bloques de barro, de tierra cruda; empezar a experimentar y a hacer prototipos, yo le veo mucho futuro, pero es cosa de volver a empezar”.
Sin embargo, el entrevistado reconoció que una campaña de concientización sobre el beneficio que representa la utilización de materiales locales en una construcción, debe tener como punto de arranque “tener datos fidedignos de las academias, que la Secretaría de Cultura, de Salud o todas las dependencias que tienen injerencias dentro de este tipo de comunidades (con arquitectura tradicional) que son muy sui generis, empiecen a promocionar poco a poco”.
Las estrategias gubernamentales que hasta el momento han difundido la utilización de diseños y materiales regionales en la construcción, junto a implementos domésticos, como estufas de leña de bajo consumo, se centran en algunos programas piloto como en la comunidad de San Antonio Tierras Blancas, perteneciente al municipio de Los Reyes, donde se integraron estufas que distribuyen el calor de mejor manera y reducen la emisión de gases tóxicos.
En el mismo sentido, Jaime Vargas, académico y colaborador de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente (SUMA), explicó a este diario que la estrategia contribuye a disminuir el consumo de madera y la consiguiente protección a las zonas boscosas, aunque también señaló la necesidad de acelerar las relaciones de trabajo entre las dependencias para completar el esquema.
Héctor Javier González añadió a lo anterior: “ya se hizo un primer caso que yo le llamo de higienización, que fue el que se hizo en San Antonio Tierras Blancas, donde las estufas Pastrari ya se metieron, se empezaron a meter letrinas (de bajo consumo de agua), el agua y el drenaje, y si eso funcionó allá, puede funcionar en cualquier lugar; entonces, falta voluntad política para que se haga esto”, concluyó.
ERICK ALBA
El Seminario Internacional de Patrimonio, Conservación y Desarrollo, enfocado en la planificación y rescate de bienes muebles e intangibles en Michoacán arrancó en Morelia con la firma del acuerdo de cooperación entre la Universidad Michoacana y la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) que facilitará el trabajo de investigación, según los titulares de ambas instituciones, Silvia Figueroa y Jaime Hernández, respectivamente, mientras el representante de la Universidad de Sevilla en el mismo encuentro, Enrique Morales, aseguró la integración de nuevas instituciones educativas ibéricas a la reunión anual de especialistas en Morelia.
El Centro Cultural Clavijero sirve como recinto oficial para el encuentro que concluye este día, el cual pretende ser un medio para analizar las estrategias de rescate arquitectónico y de expresión cultural que después se convertirán en guías de acción para la política pública, según externó Jaime Hernández Díaz.
Carlos Hiriart Pardo, director de la Facultad de Arquitectura en la Universidad Michoacana, indicó que entre los objetivos del encuentro anual se cuenta el “presentar avances de proyectos de investigación y experiencias prácticas en materia de rehabilitación de patrimonio edificado, en una visión compartida de instituciones de educación superior y de instituciones públicas responsables de la gestión y protección de la herencia cultural de países hermanos, España y México”, a través de la Junta de Andalucía, la Universidad de Sevilla, la Universidad Michoacana y la Secretaría de Cultura en el estado.
Enrique Morales Méndez, representante de la institución sevillana, habló sobre la integración de otros cuerpos académicos y gubernamentales, pues “se ha incorporado ya el grupo La Rábida (de investigadores) que cree en Michoacán; de la Junta de Andalucía, han venido dos miembros en esta ocasión, y que ha propuesta la creación de la Cátedra de Andalucía en Morelia” y anunció también la añadidura de la universidad Pablo de la Olavide, en España, al mismo proyecto.
Por su parte, el titular de la Secum, Jaime Hernández, aseguró que el seminario iniciado ayer “tiene un enorme significado, no sólo posibilita la relación de instituciones académicas muy prestigiadas, sino también posibilita la reflexión de aquellos que nos ubicamos ahora en el sector público pero que estamos muy interesados en abrevar de los conocimiento de los académicos, investigadores, y en aprovechar sus experiencias para definir en mejores términos estas políticas públicas en materia de conservación y preservación de nuestro patrimonio”.
También subrayó que el convenio de cooperación institucional con la Universidad Michoacana permitirá que investigadores y alumnos de la Facultad de Arquitectura dispongan “de elementos técnicos, expedientes que pueden ser estudiados y aprovechados para que los estudiantes mejoren sus propios conocimientos teóricos y vinculen estos conocimientos que aprenden en las aulas al trabajo cotidiano y a la vida práctica”.
La rectora de la máxima casa de estudios en la entidad, Silvia Figueroa Zamudio, calificó al convenio como “una necesidad” para lograr la vinculación de la universidad estatal con la sociedad michoacana.
“Creo que esta es parte de la labor que tiene que hacer nuestra universidad, vincularse cada día más con la sociedad y con el sector productivo”, aseguró Figueroa Zamudio al tiempo de solicitar la presencia de ingenieros en Tecnología de la Madera surgidos de la Universidad Michoacana para que se unan en los debates a historiadores y arquitectos nacionales y extranjeros reunidos en el mismo seminario.
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