Noticias de Arquitectura


Benedetta Tagliabue rehabilitará Can Ricart como Casa de las Lenguas
enero 5, 2008, 8:46 pm
Filed under: Pais, Tagliabue

El proyecto prevé situar la entrada principal del recinto en la calle de Bolívia

C. SERRA / B. CIA – Barcelona – 30/12/2007

Ha sido el caballo de batalla de los vecinos del barrio y, tal vez por eso, ha tardado mucho en saberse cómo será la rehabilitación de Can Ricart. De una parte, al menos. De lo que quedará en pie de este histórico recinto fabril del Poblenou. El equipo de arquitectura EMBT, que dirige Benedetta Tagliabue, ganó el pasado verano el concurso para rehabilitar parte de las naves, las más históricas, y transformarlas en la sede de la Casa de las Lenguas, entidad que impulsa la Generalitat para promover la diversidad de las lenguas del mundo y que es, de hecho, uno de los escasos legados del Fórum 2004. Linguamón-Casa de las Lenguas (www.linguamon.cat) ha empezado ya sus actividades expositivas y académicas, pero deberá esperar hasta 2010 para tener, si se cumplen los plazos, una sede expositiva fija.

Tagliabue se hizo con el proyecto en un concurso al que concurrieron también los equipos de Benedito-Llovet, Clotet y Paricio, Robert y Esteve Terradas, y Domènech-Amador. El proyecto ganador (el fallo, curiosamente, no se ha hecho público) es respetuoso con el viejo edificio fabril, aunque incorpora algunos elementos nuevos, especialmente en el interior, donde sitúa, en lo que será un vestíbulo de entrada, una construcción en forma de letra omega que hará las funciones de distribuidor del nuevo edificio, además de acoger la librería y cafetería del conjunto.

Lo más significativo es que se cambia el acceso principal al recinto: se situará en la calle de Bolívia, que es peatonal. Para ello se aprovecha la nave que se quemó en 2006, lo que era la antigua cerería, en la que se abre un acceso cubierto que dará entrada tanto al interior del edificio como al conjunto. Siguiendo esta misma línea de la calle, en el exterior de la gran nave fabril se han previsto unos grandes voladizos que darán ritmo al recorrido, si bien en el interior se mantiene la planta libre con sus elementos estructurales originales para facilitar la flexibilidad de su uso museístico.

En la nave más pequeña se instalarán la biblioteca y el centro de documentación, además de las aulas y otros servicios para investigadores y personal del centro. Lo que ha variado respecto al proyecto ganador del concurso es que el auditorio no será subterráneo -estaba previsto construirlo debajo de la plaza principal del recinto, que ahora queda desplazada respecto a la futura entrada principal-, sino que finalmente ocupará otro edificio de planta cuadrada destinado orignalmente a equipamiento para el barrio. Se pretende que este auditorio sirva no sólo para Linguamón, sino también para los colectivos vecinales y culturales de la zona. Las dificultades para excavar la zona han motivado que sólo se sitúe en la plaza un almacén de unos 500 metros cuadrados.

El proyecto, que aún está en proceso de reelaboración, se encuentra de momento parado a la espera de que la Generalitat declare el recinto Bien Cultural de Interés Nacional y de que el Ayuntamiento de Barcelona pueda ceder la parte que es de su propiedad a la Generalitat. Ésta, a su vez, lo traspasará a Linguamón, que probablemente pondrá en marcha las obras a finales de 2008.

De momento, el arquitecto Josep Maria Montaner está elaborando el plan especial de la zona en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona y el estudio EMBT, un trámite previo a la redacción del proyecto ejecutivo de la obra. Al mismo tiempo, el museólogo Jordi Pardo encabeza el equipo que diseña el plan museográfico de lo que será la exposición permanente del centro. Aunque en un principio se indicó que se recuperaría parte de la exposición Veus, presentada durante el Fórum, no está claro que esto sea posible. Lo que es seguro, de momento, es que el futuro de Can Ricart será convertirse en un centro a mayor gloria de las lenguas del mundo.



Benedetta Tagliabue vuela sola
diciembre 23, 2007, 5:03 pm
Filed under: Arquitectura Española, Tagliabue

El estudio que la arquitecta fundó junto al desaparecido Enric Miralles inicia otra etapa con nuevos encargos

C. SERRA 22/12/2007

Aún hay rastros de Enric Miralles en el estudio de arquitectura EMBT, situado en un entresuelo enorme del barrio viejo de Barcelona, pero han pasado siete años desde su muerte y como es lógico su poderosa estela ha acabado por diluirse. Benedetta Tagliabue, la BT del nombre del estudio, está satisfecha. «Estamos más claramente en otra etapa», comenta. «Ahora empieza un momento bonito en el que hemos acabado los proyectos que iniciamos con Enric, el último ha sido la biblioteca de Palafolls, y han empezado a entrar proyectos nuevos tanto en España como fuera». Entre ellos destaca el pabellón español para la Expo de Shanghai 2010 -«un proyecto muy experimental, incluso para nosotros ya que estará recubierto de mimbre de diferentes texturas que harán tanto artesanos chinos como españoles»-, los espacios públicos del puerto de Haffencity en Hamburgo, que en algunas partes ya están realizados, la rehabilitación de las naves principales del antiguo y polémico complejo fabril de Can Ricart en Barcelona y una estación de metro para la ciudad de Nápoles, ciudad en la que exhibe estos días una muestra con los trabajos de la última década del estudio.

Sorprende ver que Tagliabue no tiene despacho propio en este macroestudio en el que trabajan unas treinta personas en unos 14 proyectos a la vez. Es decir, todo es su despacho, pero no hay un rincón íntimo en el que quiera refugiarse o en el que tenga sus cosas concentradas. «En el despacho todo el rato me muevo de un sitio a otro. Ésta es una profesión colectiva y cada vez es menos artesanal porque dependemos mucho de las máquinas. Seguramente, Enric era más personal y aún estaba anclado en una época en la que el dibujo era fundamental para un arquitecto, pero mi manera de ser es diferente y nunca he intentando solaparlo. Hago lo mismo ahora que hacía cuando él vivía. Dirigir y controlar el estudio hablando con unos y con otros allí donde están».

En la habitación escogida para la fotografía, un pequeño despacho abierto a la gran sala en la que se alinean los ordenadores del grueso de sus colaboradores, la mesa está llena de carpetas, pero el ordenador se lo ha dejado en casa. «Siempre estoy trajinándolo arriba y abajo», reconoce ruborizándose. Se amontonan algunos recuerdos casi como gadgets… La vieja fotografía de un equipo de fútbol juvenil en la que aparece un púber Miralles, un fotomontaje de ella en una obra, un mapa antiguo… «Todo es un poco mi casa, no soy una persona posesiva», dice Tagliabue. Y sonríe, como siempre.



Un peligroso tópico
noviembre 24, 2007, 9:04 pm
Filed under: Fernández Galiano, Pais, Tagliabue

Benedetta Tagliabue (es arquitecta) – Barcelona – 21/11/2007

Luis Fernández-Galiano (Los arquitectos son de Venus, 15-11-07) ha olvidado otra vez poner mi nombre al lado del de Enric Miralles para indicar los autores del Nuevo Parlamento de Escocia. Parece increíble después de leer las numerosas citas diseminadas en el artículo, que él no cite correctamente a quien le corresponde la autoría de un edificio reciente que ha merecido el Premio Stirling y el Premio Nacional de Arquitectura. Confío en que ésta sea la última vez. En dicho artículo, queda rarísimo leer, a manera de firma, «Luis Fernández Galiano es arquitecto».

Aunque su título académico pueda ser el de arquitecto, sin duda en este artículo y en la sociedad, él actúa como «crítico de arquitectura». Lo que escribe, bajo una pátina de ironía, sirve para dañar ulteriormente la imagen del arquitecto en la sociedad. Insiste en la imagen del arquitecto ensimismado, preocupado por su barandilla, una especie de Narciso cautivado por su imagen en el espejo, a punto de caer en el agua de la historia y desaparecer. Un tópico peligrosísimo que otros usan para disminuir nuestra autoridad en el difícil trabajo de equipo de una obra. Sólo un arquitecto podría intentar hacer una simpática autoironía de su compleja relación con el poder, pero mejor que aquí Fernández Galiano no se disfrace y simplemente admita que en estas guerras no está a nuestro lado.